Visited the French Quarter, New Orleans – Travel

  The time has come and we are in the right place, this is New Orleans! You can’t say you were in NewOrleans if you don’t come here, so we visited the French Quarter

It was about time for some intensity. We finally reached the French Quarter, Bourbon Street, the heart of the New Orleans rumba. Firstly, we notice that the area closes its streets to vehicular traffic and is at the disposal of the pedestrian celebration. So Bars, restaurants, souvenir shops, live music everywhere, non-stop becomes a singular space.

We were struck by the openness that is all here. While the bars and their stages are completely open. You can enjoy the shows freely, without the need to consume and in many cases without even entering the establishments. Every 10 steps we get a band or an artist making their music. Either on the sidewalk, the middle of the street, a terrace, a bar, a cafe, anywhere!

The people in the streets, terraces, balconies, all have a celebration as if it were a New Year’s Eve. It’s really amazing. Actually, It is difficult to decide where to stay. You get the feeling of missing something equally incredible in the next street.

Below we share a short video in which we try to capture the energy and dynamics of Bourbon Street.

In these areas the French influence in New Orleans is evident. Its buildings, balconies and of course the roofs are obviously reminiscent. From my time in Paris, I remember vividly the roofs of their buildings. I had to stay in a kind of attic from where I saw them. Those roofs are clearly represented here in The French Quarter.

Everything happens here, look at that character, people know him as the Drunk Bear, it is the sensation. When they see him, people run to take a selfie with him as if he were a celebrity. His only job is to be lying pretending (or not) to be drunk. Of course for the selfie, you have to tip, and let me tell you that he gets a lot! I guess it’s the local equivalent of the Nude Cowboy playing the guitar in Times Square, NY.

In the end, we were hungry and decided to go to dinner. Another wonderful experience. Not only for the quality of the food but for the friendly and caring attention we had. Before entering a cheerful lady gave my wife the typical necklaces of the New Orleans parties. Our waitress went out of her way to give us attentions. She found out that we were celebrating our tenth anniversary and, that was enough. When we finish that delicious seafood, she came with a Créme Broulé on the house, the best I ever had!

The night is over and it is time to get back to our house in New Orleans. We can say we Visited the French Quarter. So we boarded again the wonderful time machine that is the City Streetcar.

Español

Ha llegado la hora y estamos en el lugar correcto, esto es New Orleans!

Ya era hora de algo de intensidad, al fin llegamos al Barrio Francés, Bourbon Street, el corazón de la rumba de New Orleans. La zona cierra sus calles al tráfico vehicular y queda a la disposición de la celebración peatonal. Bares, restaurantes, tiendas de souvenir, música en vivo por doquier, sin parar.

Nos llamó la atención lo abierto que es todo acá. Los bares y sus tarimas están completamente abiertos, puedes disfrutar de los espectáculos libremente, sin necesidad de consumir y en muchos de los casos sin ni siquiera entrar a los establecimientos. Cada 10 pasos conseguimos una banda o un artista haciendo su música bien sea en la acera, el medio de la calle, una terraza, un bar, un café, donde sea!

La gente en las calles, terrazas, balcones, todos ene una celebración como si se tratara de un fin de año, de verdad es increíble. Es incluso difícil decidir donde quedarse porque sientes que te estas perdiendo de algo igualmente increíble en la siguiente calle.

Acá les compartimos un corto video en el que tratamos de capturar la energía y la dinámica de Bourbon Street.

En esta zonas es muchísimo mas evidente la influencia francesa en New Orleans, Sus edificios, balcones y por supuesto los techos. De mi paso por Paris recuerdo vívidamente sus techos de sus edificios, me tocó hospedarme en una suerte de ático desde donde los veía. Esos techos se ven claramente representados acá en El Barrio Francés.

Pasa de todo, fíjense en este personaje, la gente lo conoce como el Oso Borracho, es la sensación. Al verlo todos corren a tomarse una foto con él como si se tratase de una celebridad y su único trabajo es estar tirado fingiendo (o no) estar borracho. Por supuesto para la selfie hay que darle una propina, pues déjenme decirle que recibe muchísimas!. Supongo que se trata del equivalente local al Vaquero Desnudo que toca la guitarra en Times Square, NY.

Al final nos dio hambre y decidimos ir a cenar, otra experiencia maravillosa, no solo por la calidad de la comida sino por la amigable y cariñosa atención que tuvimos. Solo al entrar mi esposa le cayó bien a una cliente del restaurant y le regalo unos collares típicos de la zona. Después nuestra mesonera se desvivió en atenciones al enterarse que estábamos celebrando nuestro décimo aniversario y al finalizar la cena nos trajo de sorpresa un increíble créme brûlée, el mejor que he comido en la vida!

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Se acabó la noche y es hora de abordar la maravillosa máquina del tiempo que es el Streetcar de la ciudad para volver a nuestra casa en New Orleans.

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